Quidditch, el deporte de Harry Potter que ya se juega en campeonato

Fecha de publicación: 07-09-2016

Salido de los cuentos de Harry Potter, el Quiddtch ha llegado al ámbito de los deportes de competencia en la vida real.

El Quidditch o el deporte del mundo fantástico de Harry Potter ya es toda una realidad salida de los libros de ciencia ficción. En el año 2005, la universidad estadounidense de Vermont puso en marcha este juego adaptando las reglas explicadas en los libros por J.K. Rowling.

Dos equipos de siete jugadores cada uno con tres cazadores, dos golpeadores, un guardián y un buscador deben disputar el privilegio de declararse los mejores. Para alcanzar esta meta, los participantes deben jugar con cinco pelotas (por las cuatro que aparecen en los libros). La más preciada, la “snitch”, que otorga 30 puntos (son 150 en el universo Harry Potter) al equipo que la atrapa y dictamina el final del encuentro.

Esta pelota es escondida por el árbitro, totalmente vestido de amarillo, apenas al iniciarse el encuentro, momento en el que se venda los ojos de los buscadores que son los jugadores encargados de atraparla. Así permanecen durante los primeros diez minutos del partido, hasta que ya pueden iniciar una labor de búsqueda clave para darle la victoria a su equipo.

Mientras, los cazadores tratan de introducir otra pelota, el “quaffle”, por uno de los tres aros que cada guardián defiende para su equipo. 10 puntos se llevan cada conjunto cada vez que introduce la pelota en su objetivo.

Otra variante son las “bludgers”. En la adaptación del juego hay tres, por las dos que aparecen en los libros. Dos golpeadores por equipo se encargan de tratar de molestar al contrario lanzándoles estas pelotas.

Probablemente la pieza de equipamiento más curiosa del Quidditch, es la escoba y hace la función de ser un “hándicap”, una dificultad, al igual que en el baloncesto se debe rebotar la pelota para avanzar o usar sólo los pies en el fútbol. El jugador debe permanecer montado en su escoba en todo momento durante el partido, a no ser que haya sido eliminado por una bludger. En ese caso, debe volver a los aros para volver a montarse y retornar así al juego. Estar montado en la escoba significa sujetarla entre las piernas y que no esté completamente en el suelo. Se puede aguantar tanto con las manos como con las piernas, siempre que no se utilice ayuda externa.

Los jugadores montan una gran variedad de objetos considerados escobas dependiendo del nivel de seriedad. Los equipos más sofisticados tienen la escoba de competición llamada Shadow Chaser, mientras que los equipos con menos recursos tienden a utilizar tubos de PVC de un metro de longitud.

El estilo de juego es rápido, con constantes cambios de posesión, ya que cada gol da el control de la quaffle al equipo que la ha recibido. Una vez se anota un gol, la quaffle debe ser entregada al guardián y la acción se reanuda. Los cazadores previamente atacantes deben retroceder hasta medio campo, antes de defender. Los golpeadores no están sujetos a esta norma. Los partidos suelen durar entre 20 y 50 minutos, dependiendo de la habilidad y la resistencia de los buscadores y la snitch.

El partido se termina después de una captura limpia de la snitch y el equipo que la captura recibe 30 puntos. El ganador se determina por la suma total de puntos, no por quien atrapa la snitch. En caso de empate, se juega una prórroga de 10 minutos o hasta que se atrape la snitch. En esta prórroga, la snitch debe permanecer en el campo de juego y el tiempo de espera de los buscadores se reduce a 30 segundos. Si después de los 10 minutos o de la captura de la snitch, sigue existiendo un empate, se juega una última prórroga, donde el primer equipo que haga puntos, tanto con un gol como atrapando la snitch, es el ganador.

En cuanto a la reglamentación, existen diversas faltas y jugadas ilegales que un jugador puede cometer, recibiendo cada una de ellas una penalización distinta, desde una amonestación verbal a una tarjeta roja y su consecuente expulsión del partido.

A nivel de competición, este deporte está coordinado por la International Quidditch Association (IQA) y los eventos se organizan por la IQA, los comités continentales o los órganos de gobierno nacionales.

Cada partido oficial requiere varios árbitros; el principal tiene como objetivo controlar el campo y administrar las faltas y tarjetas a los jugadores amonestados, los árbitros asistentes, encargados de ayudar al principal en la observación de jugadas ilegales; el árbitro de snitch, que sigue a la snitch cuando entra al campo y decide si la captura fue limpia o no y los árbitros de gol, que determinan si las quaffles atraviesan los aros.