La energía por Biomasa

Fecha de publicación: 10-06-2016

La energía por biomasa o bioenergía constituye otra alternativa ante el uso habitual de materia fósil para generar combustible.

La energía por biomasa, conocida también como bioenergía, es un tipo de energía renovable procedente del aprovechamiento de la materia orgánica e industrial formada en algún proceso biológico o mecánico. Por lo general, es sacada de los residuos de las sustancias que constituyen los seres vivos como plantas, animales o sus restos y residuos. El aprovechamiento de la energía de la biomasa se puede hacer directamente por combustión o por transformación en otras sustancias que pueden ser aprovechadas posteriormente como combustibles o alimentos.

En su sentido más estricto, es un sinónimo de biocarburantes  o combustibles derivados de fuentes biológicas. En su acepción más amplia la biomasa abarca también el material biológico utilizado como biocombustible, así como las situaciones sociales, económicas, científicas y técnicas relacionadas con la utilización de fuentes de energía biológica.

Se distinguen varios tipos de biomasa, según la procedencia de las sustancias empleadas, como la biomasa vegetal, relacionada con las plantas; incluye troncos, ramas, tallos, frutos y residuos vegetales. La biomasa animal, obtenida a partir de sustancias de origen animal (grasas, restos, excrementos). Otra forma de clasificar los tipos de biomasa se realiza a partir del material empleado como fuente de energía.

También hay otra manera de tipificar la energía por Biomasa en función de su origen

Natural: aquella que abarca los bosques, árboles, matorrales, plantas de cultivo, entre otros. Por ejemplo, en las explotaciones forestales se producen una serie de residuos o subproductos, con un alto poder energético, que no sirven para la fabricación de muebles ni papel, como son las hojas y ramas pequeñas y que se pueden aprovechar como fuente energética. Los residuos de la madera se pueden aprovechar para producir energía.

Los “cultivos energéticos” son otra forma de biomasa representada por cultivos o plantaciones que se hacen con fines exclusivamente energéticos, es decir, para aprovechar su contenido de energía. Entre este tipo de cultivos tenemos, por ejemplo, árboles como los chopos u otras plantas específicas.

Los biocarburantes son combustibles líquidos que proceden de materias agrícolas ricas en azúcares, como los cereales (bioetanol) o de grasas vegetales, como semillas de girasol (biodiesel). Este tipo también puede denominarse como “cultivos energéticos”. El bioetanol va dirigido a la sustitución de la gasolina, mientras que el biodiesel trata de sustituir al gasóleo. Se puede decir que ambos constituyen una alternativa a los combustibles tradicionales del sector del transporte que derivan del petróleo.

Residual: Es aquella que corresponde a los residuos de paja, aserrín, estiércol, residuos de mataderos, basuras urbanas, entre otros. El aprovechamiento energético de la biomasa residual implica la obtención de energía a partir de los residuos de madera y los residuos agrícolas (paja, cáscaras, huesos), las basuras urbanas, los residuos ganaderos, como el estiércol. Los residuos agrícolas también pueden aprovecharse energéticamente y existen plantas de procesamiento y aprovechamiento energético de la paja residual de los campos que no se utiliza para forraje de los animales.

Los residuos ganaderos, por otro lado, también constituyen una fuente de energía. El estiércol de las granjas de vacas y cerdos puede aprovecharse energéticamente, por ejemplo, aprovechando el gas (o biogás) que se forma a partir de ellos, para producir calor y electricidad. Y de la misma forma puede aprovecharse la energía de las basuras urbanas, porque al fermentar los residuos orgánicos, también producen un gas o biogas combustible que se puede captar y se puede aprovechar para la producción de energía eléctrica.

Según la proporción de agua en las sustancias que forman la biomasa, también se puede clasificar en Biomasa seca como la madera, leña, residuos forestales, restos de las industrias madereras y del mueble y la Biomasa húmeda, conformada por residuos de la fabricación de aceites, lodos de depuradora, entre otros.

Para el aprovechamiento de la energía por biomasa, podemos encontrar varios tipos de instalaciones; por ejemplo, de pequeño tamaño para uso doméstico como chimeneas, de tamaño mediano (digestores de residuos ganaderos en granjas), o de gran magnitud  como las centrales térmicas que queman residuos agrícolas o forestales para obtener electricidad o suministrar calefacción a un centro poblado.