Un límite al mostrarse en redes sociales.

Prudencia, no sólo en la información que subimos a las redes sociales, sino también, en las imágenes que difundimos..

Partiendo de la máxima de que “una imagen vale más que mil palabras”, en el mundo contemporáneo caracterizado por la rapidez con la cual circula la información, gracias al auge de internet,  bien sea a través de los computadores personales o los teléfonos móviles, el poder de las gráficas como forma de comunicación se ha potenciado de manera exponencial.

Por ejemplo, de acuerdo con algunos estudios realizados en el área, el autorretrato o “selfie” se ha hecho popular como una manera de mostrarse ante quienes integran un círculo de amistades, contactos y conocidos sin distingos de edad, raza o condición social. La auto foto se ha vuelto una moda que llegó para quedarse.

Pero hay estudiosos que piensan que, lejos de ser una conexión a nivel humano, el publicar constantemente una foto auto-sacada puede tener implícito una solicitud de aprobación y aceptación de los demás, lo que puede ser un arma de doble filo, dependiendo de la repercusión que encontremos, según opinan los especialistas.

Otros piensan que la costumbre de tomarse una foto a sí mismo, tiene que ver con una extrema vanidad, además lleva implícita una necesidad constante de compartir la vida con otros y de ser aceptados.

El detalle está en que, precisamente para alimentar esa vanidad, en la búsqueda de aumentar el ego y encontrar aceptación entre nuestros amigos y contactos en las distintas redes sociales, quizá coloquemos fotografías que rompen el límite de nuestra intimidad, mostrándonos en situaciones cotidianas que solo deberían reservarse para la privacidad de nuestros hogares.

Asimismo, en un intento por llamar la atención, muchas personas suben fotos a Facebook, Instagram o Twitter muy atrevidas, mostrándose en traje de baño o incluso con mucho menos ropa… ¡pero hay un detalle!... así como esas gráficas pueden ser disfrutadas por nuestros amigos y más allegados, también pueden ser vistas por cientos de desconocidos.

¿Por qué? Porque todo material digital que circule en la red es susceptible de ser copiado y almacenado y repetimos, no necesariamente por quienes integran nuestro entorno más íntimo. El asunto está… ¿con cuales fines?

Ya es conocido por muchos los adelantos tecnológicos asociados a la manipulación y retoque de imágenes; hasta allí todo está bien… pero ¿qué hay si personas inescrupulosas, con la intención de estafar o cometer algún delito, usurpan nuestra identidad, colocando en sus perfiles alguna de nuestras fotos más atractivas? Ese es uno de los inconvenientes que nos podemos encontrar al poner a circular nuestras fotos sin ningún tipo de límites.

También se han difundido cientos de casos de tráfico de personas, con fines destinados a la prostitución. Incorporan imágenes de personas atractivas haciéndose pasar por representantes de agencias de modelaje, publicidad o promoción, prometiendo villas y castillos a quienes manifiesten algún tipo de interés, para hacerlos caer en este oscuro negocio que atenta contra la dignidad del ser humano.

Otro caso igual o más detestable, va dirigido exclusivamente en contra de los más jóvenes. Miles de personas con rasgos de pedofilia se encuentran escondidos entre los interminables hilos de las redes sociales, usurpando identidades gracias al manejo inescrupuloso de imágenes que cualquiera de nosotros de manera “inocente” pudo haber difundido en internet.

De esta manera, pueden manipular a muchos jóvenes y niños para intercambiar fotos que atentan contra el pudor y la dignidad. Por esta razón, el llamado para los padres es también para que se mantengan vigilantes con los niños, incluso ellos mismos tengan prudencia al poner a circular imágenes de sus hijos en internet que no los comprometan.

Conociendo lo susceptible que significa el hecho de colocar imágenes íntimas en nuestras redes sociales, la recomendación es ser prudente con las fotos que subimos o con las cuales identificamos nuestros perfiles; como medida de seguridad adicional, mantengamos la privacidad de nuestras cuentas, permitiendo que solo nuestros familiares y amigos tengan acceso a ellas.