Fecha de publicación: 12-03-2015
Términos como desarrollo sostenible y desarrollo sustentable se aplican al desarrollo socioeconómico. Su definición se formalizó por primera vez en el documento conocido como “Informe Brundtland” en 1987, denominado así por Gro Harlem Brundtland, quien para la época era la Primera Ministra de Noruega; en el año 1990 recibió el encargo de la ONU de redactar un primer informe para preparar la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro que se realizaría dos años más tarde, en 1992.
En este informe, la expresión desarrollo sostenible quedó definida de la siguiente manera: “Satisfacer las necesidades de las generaciones presentes, sin comprometer las posibilidades de las generaciones del futuro para atender sus propias necesidades.”
Antecediendo a estos hechos, ya en la década de los 70, los científicos comenzaron a percatarse de que muchas de las acciones del hombre producían impacto sobre la naturaleza, por lo que algunos especialistas señalaron la evidente pérdida de la biodiversidad. Sobre esta situación, elaboraron teorías para explicar la vulnerabilidad de los sistemas naturales.
Precisamente, el ámbito del desarrollo sostenible involucra conceptualmente tres aspectos: el ecológico, económico y social, considerándose este último, por la relación entre el bienestar social con el medio ambiente y la bonanza económica.
El resultado de este abordaje se traduce en un conjunto de indicadores de desempeño en estas tres áreas, pero sobre la base de cuatro dimensiones básicas:
a.- Conservación. b.-Desarrollo apropiado que no afecte en demasía a los ecosistemas; c.- Paz, igualdad y respeto hacia los Derechos Humanos y d.- Democracia.
De acuerdo al enfoque del desarrollo sostenible, deben satisfacerse las necesidades sociales y de la población en lo que concierne a alimentación, vestido, vivienda y trabajo, por cuanto que, si se radicaliza la pobreza, el mundo estará encaminado a problemas de gran magnitud que impactarán negativamente sobre la ecología y la humanidad.
Asimismo, establece que el desarrollo y el bienestar social están limitados por el nivel tecnológico, los recursos ambientales y la capacidad del medio para absorber los efectos de la actividad humana. Ante esta situación, se plantea la posibilidad de mejorar la tecnología y la organización social, de forma que el medio ambiente pueda recuperarse al mismo ritmo que es afectado por el hombre, evitando así, un futuro déficit de recursos.
El desarrollo sostenible o sustentable es un concepto que surge como alternativa a la definición tradicional de desarrollo, haciendo énfasis en la integración entre el crecimiento económico, los recursos naturales y el bienestar social, evitando comprometer la existencia en el planeta y la calidad de vida de la especie humana.