Qué son estructuras metálicas

Fecha de publicación: 25-07-2018

Para que una estructura metálica funcione bien en el ámbito de la construcción, debe poseer atributos como estabilidad, resistencia y rigidez.

Una estructura, por definición, consiste en un conjunto de partes unidas entre sí, que forman un cuerpo, una forma o un todo, con el fin de soportar los efectos de las fuerzas que actúan sobre dicho cuerpo.

En este orden de ideas, por estructura metálica se entiende cualquier estructura cuyas partes están constituidas en su mayoría, por materiales metálicos. Las estructuras metálicas son utilizadas habitualmente en el sector industrial debido a que aportan excelentes características para la construcción.

La construcción metálica ha alcanzado un papel significativo en el ámbito de las estructuras para edificaciones. En este sentido, el acero laminado se ha configurado de manera particular, como el material técnico por excelencia, por su gran resistencia y alta fiabilidad, razón por la cual, se ha convertido en un material insustituible en la ejecución de las obras que implican trabajar y obtener grandes luces y mayores alturas.

Cada estructura metálica, de acuerdo a su diseño, está formada por una estructura metálica principal y una estructura metálica secundaria:

La estructura metálica principal se compone de todos aquellos elementos que estabilizan y transfieren las cargas a los cimientos. La estructura metálica principal, es la que garantiza que no se vuelque, que sea resistente y que no se deforme.

La estructura metálica secundaria corresponde principalmente a las partes de fachadas y cubiertas que se colocan sobre la estructura metálica principal.

Entre las ventajas que presenta el uso de estructuras metálicas encontramos las siguientes:

Alta resistencia. Debido a su elevado límite elástico. La alta resistencia del acero por unidad de peso, significa que las cargas muertas serán menores. Esta característica resulta de gran importancia en construcciones de puentes, edificios elevados o estructuras cimentadas en condiciones precarias.

Equilibrio. Las propiedades del acero no cambian de manera apreciable con el tiempo.

Elasticidad. El acero plantea mayor afinidad con el planteamiento de diseño que la mayoría de los materiales. Los momentos de inercia de una estructura de acero pueden ser calculados con precisión. Puede soportar cierta deformación sin romperse hasta determinadas fuerzas.

Durabilidad. Las estructuras de acero a las cuales se les aplica un adecuado mantenimiento preventivo, pueden durar indefinidamente.

Como beneficios adicionales en el uso de estructuras metálicas, tenemos que permiten construcciones más ligeras y se edifican con mayor rapidez.

Entre los tipos más habituales de estructuras metálicas, podemos mencionar las estructuras abovedadas, estructuras entramadas, estructuras trianguladas, estructuras colgantes y estructuras laminares.