La relación del hombre con el gato como mascota

La historia de los gatos ha estado íntimamente ligada a la de los seres humanos prácticamente desde el inicio de la historia.

La historia de los gatos ha estado muy ligada al desarrollo y evolución del hombre, al tiempo que la actitud del hombre hacia los gatos ha ido cambiando notablemente en el transcurso de los siglos. Desde la adoración de los antiguos egipcios, pasando por la persecución en Europa durante la Edad Media y la posterior explotación de sus habilidades como cazador de ratones- hasta alcanzar el estatus que disfruta en la actualidad.

La aceptación del gato como un animal de compañía en la casa del hombre, en contraposición a su supervivencia alrededor de los asentamientos humanos, se estableció en Europa 2000 años después de haber ocurrido en la civilización del Antiguo Egipto. Esta aceptación preparó el camino para una selección del gato como animal de compañía mucho más amplia y más tarde, para los patrones de belleza de los humanos, en razas únicamente definidas por su apariencia física en las exposiciones de gatos.

Pero el Gato Salvaje Africano que ahora reconocemos como "doméstico" ha sido sometido a una reproducción mucho menos selectiva que el perro doméstico y en una escala de tiempo mucho más corta. A diferencia de los canes, las características físicas y de comportamiento del gato no están virtualmente alteradas, comparadas con las de su antecesor salvaje y aunque los gatos domésticos muestran variaciones individuales y de acuerdo a la raza respecto del temperamento y comportamiento, la diferencia es mucho menos pronunciada que en los perros.

Ya sea que el gato viva como animal de compañía del hombre, como un predador solitario libre o en grupos con otros gatos, se puede argumentar que éste sobrevive de la forma más exitosa que cualquier otro predador mamífero que se haya conocido sobre la tierra. Se estima que en la actualidad habitan en una amplia variedad de ambientes, 400 millones de gatos y la mayoría no son animales de compañía sino que viven libremente con la misma reactividad reducida que tenía el primero de los Gatos Salvajes Africanos, modificada por casualidad, en el Egipto Antiguo.

Por su carácter independiente y en ocasiones esquivo, el gato nunca ha obtenido el calificativo de “mejor amigo del hombre”, pero a finales del siglo XX, desplazó al perro como mascota más popular en muchos países por razones prácticas, dictadas por el actual ritmo de vida, que puede “transformar” una mascota en una obligación, más que en una experiencia positiva.

En este sentido, el gato puede quedarse todo el día solo en casa o entrar y salir libremente, ventaja evidente sobre el perro, por ejemplo, al que hay que sacar a pasear varias veces al día. Además, las casas de ahora tienden a ser más pequeñas y el gato puede vivir confortablemente incluso en un piso pequeño.

La asociación del gato con los humanos, lo condujo a figurar prominentemente en la mitología y en leyendas de diferentes culturas, incluyendo a las civilizaciones egipcia, japonesa, china y escandinava. En la actualidad, la soltería, el no tener hijos y la necesidad de contar con un apoyo emocional son los factores que contribuyen con los altos niveles de apego del propietario con los gatos.