¿Papá Noel, Santa Claus o San Nicolás?

Fecha de publicación: 21-12-2015

En cualquiera de sus acepciones, este personaje está inspirado en el bondadoso San Nicolás, antiguo Obispo de Mira, actual Turquía.

De seguro por los anuncios publicitarios o los programas de televisión, nos es muy familiar la imagen del viejo risueño de barba blanca vestido con botas y saco rojo. Ese personaje conocido en todas las latitudes del globo terráqueo como San Nicolás, Santa Claus o Papá Noel, que todos los años, por el mes de diciembre trae regalos a los más pequeños para celebrar la Navidad, en realidad, está inspirado en un ser humano bondadoso que existió de verdad, traspasando las fronteras de nuestra fantasía… veamos su historia.

Se estima que Nicolás de Bari nació cerca del año 280 en Mira, una Ciudad del Distrito de Licia, en la actual Turquía. Era hijo de una familia adinerada que creció bajo la influencia fuerte y directa de sus padres, ya que por un lado, su padre deseaba que siguiera sus pasos como mercader y comerciante en el Mar Adriático, mientras su madre pretendía que fuese sacerdote como su tío, el obispo de Mira.

Siendo aún muy joven, una peste que sacudió al lugar precipitó la muerte de sus padres, mientras trataban de ayudar a los enfermos de su ciudad. El muchacho, conmovido con la desgraciada situación de su gente ante semejante enfermedad, repartió sus bienes entre los necesitados y partió hacia Mira para vivir con su tío y ordenarse como sacerdote, cosa que logró a los 19 años. Más tarde, al morir su tío fue elegido para reemplazarlo como obispo.

Fue nombrado Patrono de los marineros, porque según la leyenda, estando algunos de ellos en medio de una terrible tempestad en alta mar, comenzaron a rezar y a pedir a Dios con oraciones tales como “Oh Dios, por las oraciones de nuestro buen Obispo Nicolás, sálvanos”. En ese momento la figura de San Nicolás se hizo presente y calmó las aguas.

Como esta, se cuentan muchas historias, especialmente narrando sus milagros para con la gente pobre, pero su relación con los niños nace en una de las historias que cuenta que alguien acuchilló e hirió a varios infantes, entonces el santo rezó por ellos y obtuvo su curación casi inmediata. Pero la inclinación de Nicolás por los más pequeños, trascendía más allá.

Su fama como repartidor de obsequios se basa en otra historia que cuenta que un empobrecido hombre, padre de tres hijas, que no podía casarlas por no tener la dote necesaria. Al carecer las muchachas de la dote, parecían condenadas a ser prostituidas. Al enterarse de esta situación, Nicolás le entregó, una bolsa llena de monedas de oro a cada una de ellas al llegar la edad de casarse. Se cuenta que todo esto fue hecho en secreto por el sacerdote quien entraba por una ventana y ponía la bolsa de oro dentro de los calcetines de las niñas que colgaban sobre la chimenea para secarlos.

En oriente se le conoce como San Nicolás de Mira o Myra, pero en occidente como San Nicolás de Bari, ya que cuando los musulmanes invadieron el territorio antes griego y que hoy es Turquía, los cristianos lograron sacar en secreto sus reliquias (1087) y las llevaron a la ciudad de Bari en Italia. En esta ciudad se obtuvieron tantos milagros al rezarle al santo que rápidamente su popularidad se extendió por toda Europa. Hay cientos de templos en todo el mundo dedicados a su figura. Ya en el año 550, en Roma se erigió uno en su honor.

Basado en este generoso ser, la figura de San Nicolás, Papá Noel o Santa Claus adquirió la fisonomía de gordo barbudo bonachón con la que más se le conoce, hacia el año 1863, gracias al dibujante alemán Thomas Nast, quien diseñó este personaje para sus historietas navideñas en la publicación de Harper's Weekly. Se especula que su creador se basó en las vestimentas de los obispos de viejas épocas para crear este «San Nicolás», que en ese momento ya nada tenía que ver con San Nicolás de Mira.

Y luego de varias transformaciones, ya en el siglo XX, la empresa Coca-Cola encargó al pintor Habdon Sundblom que remodelara la figura de Santa Claus/Papá Noel para hacerlo más humano y creíble. Esta versión data de 1931 y aún, ya en el siglo XXI, por motivo de la publicidad y la masificación de las telecomunicaciones, es una de las imágenes más populares y de mayor aceptación por el común de la gente.

La actual leyenda de Santa Claus, coloca su residencia en las proximidades del Polo Norte junto a la Señora Claus y una gran cantidad de duendes navideños que le ayudan en la fabricación de los juguetes que le piden los niños a través de cartas. Para poder transportar los regalos, Papá Noel los guarda en un saco mágico y los reparte el día 25 de diciembre en un trineo mágico volador, tirado por «renos navideños», liderados por Rodolfo; un reno que ilumina el camino con su nariz roja y brillante.