Viajar por carretera con gatos

Un viaje con gatos de forma segura, implica elegir un buen contenedor. La mayoría de los veterinarios coincide en recomendar aquellos que son rígidos y tienen rejillas, ya que son más seguros.

El asiento trasero del carro es el lugar más resguardado para ubicarlo. La jaula o contenedor debe estar bien anclado con el cinturón de seguridad, de modo que no se mueva en caso de un frenazo brusco y obviamente, siempre debe estar cerrado, de manera que el felino no pueda desplazarse por el vehículo.

Realizar viajes de corta duración con el gato semanas antes de las vacaciones, ayudará al felino a tranquilizarse. Los viajes en automóvil serán menos estresantes si el animal se acostumbra al vehículo antes de iniciar viajes largos.

Cuando se viaja con gatos en el automóvil es importante mantener un ambiente calmado. El volumen del equipo de sonido debe estar bajo y las ventanas del carro subidas hasta arriba para evitar que los ruidos de la carretera puedan atemorizar aún más al felino.

Los viajes largos con gatos, implican hacer paradas cada dos horas, para que pueda beber agua y utilizar su arenero y así trate de hacer sus necesidades, si lo requiere.

Algunos gatos se marean durante los viajes en auto, incluso como consecuencia del estrés. En estos casos les ayuda que se les coloque el trasportín en el suelo, cuidando que la zona esté ventilada. De este modo no podrán ver por la ventana y se reducirá su mareo.

Antes de comenzar el trayecto es bueno visitar al veterinario, porque puede prescribir un sedante ligero o feromonas para felinos, lo que contribuirá a que el viaje sea más calmado para nuestra querida mascota.

Los gatos viajeros deben alimentarse del modo habitual, ya que cualquier cambio en su dieta puede incrementar su sensación de malestar y mareo, pero es importante dar alimentación al gato al menos tres horas antes del viaje, para reducir el riesgo de malestares

Nunca hay que dejar al gato solo en el automóvil, menos en épocas calurosas. No se debe subestimar lo rápido que sube la temperatura en el interior de un vehículo, ya que los felinos también sufren golpes de calor, que pueden ser mortales para estos animalitos.